La mayoría de nosotros viajamos en avión, tren o automóvil por vacaciones o días festivos. Si considera a sus gatos como parte de la familia, puede estar tentado de llevarlos con usted en sus viajes. Sin embargo, viajar puede ser más difícil para su gato de lo que imagina. Algunos gatos simplemente no son aptos para viajar debido a su temperamento, enfermedad o impedimento físico. El estrés físico y emocional de los viajes puede hacer mella incluso en la mascota más sana.
Si decide llevar a su gato con usted, es importante que se someta a un examen veterinario para asegurarse de que su mascota goza de buena salud. Las compañías aéreas y las autoridades sanitarias estatales suelen exigir certificados de salud para todos los animales transportados por vía aérea.
En la mayoría de los casos, los certificados sanitarios deben ser emitidos por un veterinario autorizado que haya examinado al animal en los 10 días anteriores al transporte. Consulte a su compañía aérea para asegurarse de que cumple todos los requisitos (certificado sanitario, vacunas, etc.). Las distintas compañías aéreas tienen requisitos diferentes.
Utiliza el transportista adecuado. Es importante que el transportín sea cómodo, ya que su gato no debe salir de él mientras usted está a bordo del vuelo o en su coche. Los transportines deben tener lo siguiente
- Espacio suficiente para que su gato pueda levantarse completamente, darse la vuelta y tumbarse en una posición natural.
- Resistencia suficiente para soportar los rigores normales del transporte y estar libre de objetos que puedan herir a su gato.
- Aberturas que permitan una ventilación adecuada
- Agarres y asas para levantar el transportín con seguridad y evitar tener que meter los dedos dentro de la jaula.
- «Animal vivo» marcado en la parte superior y en uno de los lados con flechas de dirección que indiquen la posición correcta de la jaula
- Una etiqueta pegada al transportín con la dirección y los números de teléfono de su residencia permanente y del destino del viaje.
Acondicione a su gato a su transportín. Deje que su gato se acostumbre al menos un mes antes de viajar al transportín. Esto hará que se sienta más tranquilo mientras esté dentro. Déjelo en casa. Coloque en él comida o golosinas para gatos.
Equipe a su gato con un collar resistente y DOS etiquetas de identificación; una con su dirección y número de teléfono permanentes y la otra con una dirección y un número de teléfono donde se le pueda localizar durante el viaje. Puede considerar la posibilidad de utilizar un arnés durante el viaje y tener una correa a mano por si necesita sacarlo del transportín en el aeropuerto o en el coche (NO saque a su gato del transportín dentro del aeropuerto a menos que se lo pida el personal del mismo). Si su gato no ha llevado antes un collar o arnés, acostúmbrelo a llevarlo varias semanas antes del viaje, empezando por unos minutos cada vez.
Lleve el microchip a su gato. Siempre que salga de casa con su gato, existe la posibilidad de que éste se escape rápidamente. El microchip facilitará el reencuentro de los dos, en caso de que ocurra lo impensable. Por esa misma razón, lleve una foto actual de su gato.
Sujete la comida. Para evitar el mareo, no alimente a su gato entre cuatro y seis horas antes del viaje. El agua debe estar disponible hasta el momento del viaje. Su veterinario también puede recomendar la administración de un medicamento contra las náuseas antes del viaje.
Considere la posibilidad de administrar sedantes o feromonas. Aunque la mayoría de los gatos no necesitan ser tranquilizados para viajar, el suyo puede ser una excepción. Asegúrese de comentarlo con su veterinario. Si se considera necesario un sedante o tranquilizante, solicite suficiente medicación para una prueba, de modo que pueda observar los efectos de la dosis prescrita en su gato antes del viaje. Para los viajes en avión de carga, se recomienda poca o ninguna sedación, ya que los gatos reaccionan de forma diferente a la medicación en las alturas y pueden no ser observados de cerca. Nunca dé a sus gatos un medicamento que no haya sido prescrito por su veterinario.
Si los sedantes no son la solución adecuada para mantener a su gato tranquilo, un spray de feromonas sintéticas podría ayudar. Puede que no alivien por completo los miedos de su gato, pero tienen el potencial de minimizarlos. Asegúrese de consultar con su veterinario.
Si viaja en coche
Los transportines para gatos son vitales para garantizar la seguridad de su gato y la suya propia. Todos los gatos que viajan deben llevar un collar y etiquetas de identificación en todo momento.
No deje nunca a ninguna mascota sin vigilancia en un coche aparcado. En los días calurosos, la temperatura de un coche puede alcanzar los 106 °F en cuestión de minutos, incluso con las ventanas ligeramente abiertas. Además, un animal que se queda solo en un coche es una invitación abierta a los ladrones.
Si viaja en avión
Algunas compañías aéreas permiten a los pasajeros llevar a sus mascotas en la cabina del avión si pueden caber debajo del asiento del pasajero. Suele haber un límite en el número de gatos permitidos y una tarifa. Compruebe las políticas de la aerolínea antes de comprar sus billetes. En caso contrario, su mascota viajará en el compartimento de carga del avión. Vuelva a confirmar esta reserva para su mascota 24-48 horas antes de la salida.
Si desea saber más visite: w2fly.es